TERRITORIO JEREZ EN TRIANA


Jerez siempre tiene su sitio en Sevilla, y en la Bienal lo tuvo. Una actuación genuinamente jerezana donde destacó la buena direccion de Manuel Valencia haciendo del espectaculo el más fluido y seguramente el mejor creado de los vistos hasta el momento en formato ortodoxo.

Con un elenco de renombrados artistas, muy diferentes este si, pero de gran común denominador la velada tuvo el respaldo de un numerosísimo público que sigue subyugado al soniquetazo de Jerez. El espectáculo no decepcionó aunque sin duda el escenario potenció algunos momento y alejó de alguna manera la transmisión de otros.

Porque efectivamente, como bien dice Ezequiel "se trata de trasmitir" y Juana nos llegó a los que estabamos detrás, pero quizás no siempre, más por Bernarda en las bulerias por soleá, que por los tangos por Tío Borrico.

Pero vayamos por partes

El espectáculo arrancó con una ronda de trilla que sirvió como introducción, con los artistas saliendo al escenario uno a uno, una decisión, insistimos, muy acertada del director de escena que creó expectación desde el primer momento que repitió en otros pasajes de recital. Despues  Manuel Valencia no tardó en demostrar su maestría con la guitarra, interpretando una bulería trepidante con el guadalpaldas de Antonio Higuero que tiene más horas de entrenamiento que uno de Putin.

La noche, sin embargo, no estuvo exenta de altibajos. Manuel Monge salió algo destemplado en su zambra, aunque logró recuperarse con la granaina que mostró destellos de ese impropio talento que tiene. David Carpio, por su parte, no brilló como se esperaba en los palos centrales, la soleá y la seguiriya, aunque su interpretación fue correcta.

El momento más emotivo llegó de la mano de Ezequiel Benítez. Comenzando suavemente desde abajo y entrando en los tercios medios con precisión, ofreció una interpretación soberbia por alegrías. Su malagueña, claramente dedicada a su padre, el gran Alfredo al que echamos tanto de menos, terminando en abandolaos en la segunda letra fueron particularmente notables. Que se puede decir de Ezequiel, nunca defrauda y con sus letras propias tiene siempre esa propuesta tan auténtica.

Despues de Juana de la que ya hemos hablado, hubo una ronda de fandangos otro punto álgido de la noche, aqui si, David Carpio logró destacar. El cierre por bulerías fue espectacular, con Manuel Monge desplegando una gracia impropia de su edad, con un gracejo importante en el movimiento de las manos.

Aunque el recital duró solo hora y media, se sintió completo y bien estructurado, como una bulería de Jerez: intensa y emocionante. La dirección de Manuel Valencia logró crear ese espectáculo cohesionado que, a pesar de algunos momentos diferentes, propio del carácter de cada uno de los artistas, capturó la esencia del flamenco jerezano en su diversidad y su profundidad.

En resumen, fue una noche que demostró que Jerez teniendo tan buenas individualidades que puede hacer un gran equipo cuando quiera y sobre todo si pone a la cabeza del proyecto a un buen entrenador que propone lo dificil en fácil, haciendo el tiempo corto, y dejando que todo el mundo  que se vaya con una sonrisa en los labios.

FICHA

Director: Manuel Valencia, Tía Juana la del Pipa, Cante, Ezequiel Benítez, Cante, David Carpio, Cante, Manuel Monge, Cante, Manuel Valencia, Guitarra, Antonio Higuero, Guitarra, Juan Diego Valencia, Palmas, Javier Peña, Palmas. Muelle camaronero. Aforo: doble que el dia anterior con Gualberto.fecha: 21 de septiembre de 2024

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