ANGELES TOLEDANO, LA VOZ DE PORCELANA

Ayer Sábado 22 de noviembre, dentro del marco de la VIII Semana Cultural de Pastora Pavón, la Peña Flamenca Torres Macarena se vistió de gala para acoger otras de las grandes estrellas del momento y una de las voces más prometedoras del cante actual: Ángeles Toledano, arropada por la guitarra de Benito Bernal. 

Ibamos con la curiosidad de ver por donde iba a salir este cantaora heterogénea que sin embargo se ciñó al foro del Torres Macarena, dando a la claras la imagen de que sabe donde está y que tiene muchas tablas. Angeles, con una aire chinesco, demostró por qué es necesario ir a verla con esa curiosidad, porque sin duda ella se reivindica como una figura imprescindible del flamenco contemporáneo y porque despues de haberlo estudiado, lo demuestra,y despues....pues despues que haga lo que ella quiera.

El primer pase fue un viaje por los cantes de mayor enjundia y solera, demostrando el profundo conocimiento y respeto de Toledano por la tradición:

Primero con una Taranta, con el traste al 9 no dejando espacio Benito Bernal para que le quepa la mano. El de la bajañí debe estar acostumbrado  y estuvo soberbio incluso en las estrecheces del mástil de cedro de Honduras, tejiendo un tapiz sonoro que permitió a Ángeles adentrarse en la mina de la Taranta con temple y dramatismo. El público vibró especialmente con la inclusión de alguna letra de Rafael Romerno "El Gallina", en un guiño a la escuela más pura y esencial del cante de su tierra.

Despues una Caña: Siguió la cantaora con la sobriedad de este palo. La afinación de la guitarra en el 6º traste proporcionó esa sonoridad grave y profunda, ideal para este cante fundamental que exige mucho control en la afinación. Ángeles dibujó la melodia de los cantes de la serrania de Ronda con su metal bellisimo, logrando con él rasgar el absoluto silencio que la sala subrayaba.

En las Cantiñas siguió por su tierra acordandose de Carmen Linares rematando con la popular y bellísima letra de "Carita de rosa" llevándosela a su yo mas particular. 

Para cerrar el primer pase hizo los Tangos de Pastora "Si quieres que te quiera, dame doblones", tan bonito que solo le faltaba el sucio de la aguja en la placa de pizarra.

A la vuelta del descanso Toledano atacó por Soleá. La sobriedad y el compás aderezaron los tercios que, de manera orgánica y sin transición brusca, giraron hacia la Malagueña, demostrando su capacidad para enlazar palos hermanos y variar el ambiente sin perder el hilo de la emoción.

Despues Siguiriya, un poco la estrella, la que marca el recital. Ángeles estuvo profunda e incluso dejó espacio a la falseta de Benito para luego subir el Himalaya, rebuscándose.

Y para terminar Bulerías con cierre Inesperado: El broche de oro, como es habitual, llegó por este palo que suele ser de cierre, La Toledano se desenvolvió con duende y soltura, incluyendo al final un cumple por Bulería. El remate fue por fandangos dejando un último tercio por sevillanas, en un claro y cómplice guiño a la Peña Torres Macarena y a la propia Sevilla que la acogía.

Como ven un recital estándar, ortodoxísimo, de un altísimo nivel, sin reproches, con carácter, con una guitarra soberbia, con desparpajo, técnica y trasmision. Un recital como la copa de un pino.

Mención especial para Benito Bernal, no hacen falta palmas cuando se toca tan tambien, cuando se sabe estar donde hay que estar en el acompañamiento, cuando uno cierra los ojos y se esconde detrás del mástil.

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