PEPE PINTO EN EL GRAN TEATRO CERVANTES DE TANGER (III)


Hoy traemos una nueva entrada del Flamenco menos conocido, abordando un período como el final del protectorado en Marruecos donde muchos artistas se desplazaban a Marruecos en dicha época. Hoy tenemos a tres grandes protagonistas, Pepe Pinto y su acompañante a la guitarra, Melchor de Marchena y también el cantaor Manolo el Malagueño.


El elenco de este cuadro flamenco lo completan otras artistas como Dorita la Algabeñita, Diana Márquez, los bailaores Pepito Pecellin, Esmeralda Sevilla y Juanita Acevedo y Ceballos (?).

                                                        *Gran Teatro Cervantes de Tánger

Pues sí, como bien recoge el diario España que se editaba en Tánger en dicha época, el paso de Pepe Pinto no pasó para nada desapercibido por la ciudad y como ya dijimos en la entrada anterior, este paso si tuvo el mérito de ser descrito por un especialista que hace una verdadera loa del artista.

El artículo se publicó el 6 de marzo de 1950, en la página dedicada a las noticias propias de Marruecos como así rezaba la cabecera. En dicha época las noticias propias de las ciudades españolas en el norte de África se dividían en dos, Tánger por un lado, con su página particular y su publicidad y luego una segundad con las noticias de Tetuán, Ceuta y también Melilla.

La noticia a la que nos referimos en este post, es una crónica del paso de Pepe Pinto por el Gran Teatro Cervantes probablemente el día anterior a la publicación, que curiosamente no se ve precedida por ningún artículo como bien se había hecho meses antes con la visita de Pepe Marchena para ir preparando y animando al público para que acudiera al espectáculo. (ver anterior articulo)

Sin embargo, y como hemos adelantado, esta reseña no la hace, como aquellas de Pepe Marchena, un solo periodista generalista, sino que se lo debieron repartir dos persona, ya que el articulo está dividido por unos asteriscos que dividen claramente dos estilos diferentes dentro del artículo.


*Articulo del diario España

Como ven, el articulo está dividido en dos partes, una mera descriptiva que ocupa la primera parte del artículo, pero donde incluso se habla de algunos palos que fueron interpretados por El Pinto, como fandangos y tangos.


Y una segunda, mucho más interesante la pudo hacer un verdadero cabal o al menos alguien versado en el mundo flamenco. Por el interés de la mismo y de los diferentes artistas que repasa en el mismo, hemos pensado que podría ser interesante reproducirla íntegra aquí:

De los pocos, de los muy pocos cantadores de flamenco que saben cantar flamenco, ese es Pepe Pinto. Cantar flamenco no es tener voz y hacer con ella gárgaras sin que la emoción ni el sentimiento asomen; Para cantar flamenco hay que tener primero voz flamenca y que esta voz se quiebre, se rompa en la garganta, cuando la emoción y el dolor de la copla lo pida. Hace falta saber llorar el cante. En esto es excepcional Pepe Pinto. De casta la viene al galgo, porque además de lo que Pepe Pinto representa en el cante, el medio en el que vive es insuperable. Está casado con Pastora “La Niña de los Peines”, la cantadora, más larga, más completa, de más poder y más clásica que hemos conocido. Su cuñado Tomás apenas conocido sino por los buenos cantadores de este arte, porque es tímido, enemigo de la exhibición y propaganda -raro en todo, en su vida y en su arte- es el que mejor canta por “soleares”: Arturo el hermano mayor de “La Niña” conoce todos los cantes, como Caracol padre-acaso sean los dos veteranos-y ha sido, sin saberlo, el director artístico de la familia. Eloisa, hija de Arturo conocida en los carteles por “La Albeniz” tenía un gran temperamento de bailaora andaluza; decimos tenía, en pretérito, porque retirada, no sabemos si definitiva u ocasionalmente del baile -¿Con qué pasos se transmite el temperamento? Lo dudamos- en aquella casita de la calle Pedro del Toro, en Sevilla, a la que da carácter extraño la placa de un sastre polaco que da entrada al patinillo, inolvidable si se pasó por él, con cancela, a la que bajan a pelar la pava las mocitas de la casa. En este medio, en este ambiente, enraizó el cante hondo, de hondura, aun en los cantes livianos, de Pepe Pinto cantó ayer generosamente. Su éxito fue clamoroso. Si hubieran cantado todo lo que le pedían, todavía estaría cantando

A destacar en las dos partes del artículo vemos como no es utiliza el término “cantaor” que no debía de del todo correcto en la época por lo que se emplea un término como el de “cantador” para referirse tanto al Pinto como a Manolo el Malagueño, y donde sin embargo si se utiliza el término “bailaor” para los acompañantes del baile.

Ahí lo tienen, Pepe Pinto también estuvo en Tánger


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