PEPE TORRES Y EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA


Dicen que fueron los vikingos los que atravesaron el Atlántico antes que nadie, teoría que es refutada por los propios chinos que dicen que fueron ellos los que llegaron a Nuevo Mundo mucho antes. Sin embargo, solo queda que Cristóbal Colón se lanzó a atravesar los grandes espacios vacíos al oeste de la Ecúmene (la zona habitada de la Tierra), habiendo aceptado el desafío de las leyendas.


Ayer que nos merendamos una agria discusión en redes sociales, donde un ex flamenco deseaba la muerte de un flamenco de los pies a la cabeza, en un acto ruin, deleznable y que retrata al personaje, ayer, como digo, solo prestamos atención a quien se arroja a los espacios vacios para llenarlos de arte y no de fango y escoria, para convertirse en leyenda y no en moda pasajera. Ayer, estuvo Pepe Torres en el Torres Macarena.

Empecemos por el final...dice Pepe Torres casi antes de terminar su actuación que no había venido a demostrar nada, como si fuéramos nosotros, con la sonrisa que nos acababa de dibujar en la cara, los que fuéramos a oponernos al título más que ganado de ser el almirante de la mar océana del baile flamenco.

Torres Macarena estaba una hora antes de la actuación llena como una olla exprés. Se presentaba Pepe, con un elenco equilibradísimo y de muchos quilates, gente joven sobraos de compás. A la bajañí Luis Medina, El Pechuguita y Manuel Tañe al cante y Antonio Amaya, Petete, al compás.


El cuadro empieza con unos fandangos muy templaos, y después Soleá por Bulerías de Manuel Tañe. Pechuguita se hace unas Cantiñas dando pié al Almirante a abordar el castillo de popa de la nave capitana de la Macarena.

Un pase de miel, como un horizonte marino que hipnotiza, y al que lleva a compás muy bien el cordobés Luis Medina, disfrutando.

La segunda parte sorprenden dos descubrimientos: el Pechuguita cantando por seguiriyas, de bien pa arriba, como para traerlo a defender cuatro cantes un domingo en el recital de la tertulia de pequeño formato…una delicia.

Y después la Pataita de Petete, tela. Para cortar la respiración. Como un aldabonazo de una cañon de 24 libras. Ruido es lo que va a hacer este joven flamenco.

Luego Pepe por Soleá y por Bulerías, soberbio, para terminar un recital donde todos disfrutan y donde somos muchos los que jalean. Elegancia, presteza, Ange, técnica, sobriedad…

A la fiesta se sumó Luis Peña. sumando brillo y medallas a la naumaquia.

 


Almirante, allí estaremos a sus órdenes cuando haya que surcar en otro lugar y otro tiempo la mar océana del baile de leyenda.

Lugar: Peña Torres Macarena

Dia: 28 de Octubre de 2022

Aforo: Mas garbanzos que olla

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