UNO DE LOS NUESTROS

Asesinato por indiferencia. Así titula el periodista y escritor francés Michael Mompontet la muerte en la calle de frio tras nueve horas sin ser socorrido del fotógrafo flamenco René Robert

Nadie debería morir en la calle, nadie. Pero no es así, en ciudades como Paris, icono de nuestra cultura pasa. Hoy esa ciudad de belleza excéntrica y desmesurada, nos enseña la cara más dura de lo que es el género humano.

*Loli Heredia por René Robert

Decía Jesus Cotta, escritor y profesor de griego y latín, que si algo nos dejaron los griegos era la posibilidad de parecernos a los dioses, cultivando la virtud y abandonando nuestra animalidad. En Paris no hay nadie ya que quiera ser Dios y que le quede una pizca de esa humanidad que heredamos de los griegos.

Gracias al propio Michael Mompontet hemos conocido no solo el ignominioso abandono de esta persona en la calle, sino que además ha denunciado en su twitter como la comisaría del distrito 10 que se comportó de manera indigna e inhumana con la viuda de René Robert quien simplemente pedía información sobre la agonía de su compañero en la vía pública.

*Belen Moya por René Robert

No conocía su obra, ni siquiera su trayectoria, pero el saber que era uno de los nuestros me sobra. Si, uno de los nuestros, subyugado por la estética de lo jondo…

Hoy me acuerdo de Mojama, de Perrate o Isabelita de Jerez y de las circunstancias que rodearon sus muertes y las de tantos otros … ¿Cómo éste, nuestro patrimonio inmaterial de la humanidad puede albergar esa incongruencia y esta paradoja?

Nadie debería morir en la calle, nadie. Hoy escribo porque me da coraje.

*Foto de Jean Louis Douzet
*foto de una de sus obras: La rabia y la Gracia. Los flamencos. disponible en este enlace.

*Foto de la cubierta de la obra Flamenco Attitudes, escrito por Gabriel Sandoval, y cuyas fotografias eran de René Robert. Disponible de ocasion en este enlace

*Foto de portada de la galeria de Festival de cine español de Nantes que podeis ver aqui

Comentarios

  1. Que en el paraíso lo reciban cantaores y bailaoras como merece quien los ha amado tanto. Esa es mi plegaria.

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