La familia de los Farruco no es
la iglesia a la que yo más dinero le eche en el cepillo. Y no por nada, sino
porque ni todos los escritores te pueden gustar, ni en un museo se queda
uno con todos los cuadros, ni uno entra y lee los mismos blogs… es una cosa
natural.
*foto diario de Sevilla 20_08_2018
Yo no entiendo mucho de baile,
pero me gusta otro estilo, más tirando a lo de José Pañero, a lo de Purili a lo de
Javierito Heredia, no sé, más en la línea de Paco Valdepeñas y de moverse
menos, dos detallitos y ale, sacarle esa sonrisa al público.
Porque el flamenco es esa máquina
de hacer felicidad. Eso se ve claro en las actuaciones como la gente cuando
está a gusto, disfrutando... lo que tienen es una gran sonrisa en la cara.
Y si hay que buscar otras
expresiones del baile pues me encanta Fernando Jiménez, sí, me encanta. Me encanta Juan
Garrido, y eso que solo lo hace muy de vez en cuando y cuando está en familia.
Jerez es Mucho, si, MU CHO. Y claro te
estarás preguntando, bueno, solo le gusta la expresión masculina del baile, pues
no, no del todo, he visto a Patricia Guerrero bailar antes de ser premio
nacional de danza y no se puede ser más flamenca (Madre mía como estuvo un año
en el festival de Casabermeja, ¿Qué año sería? tan salvaje que las peinetas
salían disparadas de su cabeza) Sofía Jiménez…La luz de la Macarena, Carmen
Ledesma...
Y oigan, que no sea lo que más me
gusta no significa que ahí estén ¿eh?, fíjense, mas allá de teatros y
espectáculos, ahí está su hermano el Carpeta, que este mes de noviembre hizo un
lio en la peña Torres Macarena llenándola hasta los topes como si fuera una
olla exprés preparando una berzas.
Hoy Martes 14 de Diciembre entrevistan a Farru en el diario el mundo y dice algunas de
sus verdades de las cuales estoy muy de acuerdo. “El flamenco es una condición. Se
puede se flamenco sin tocar, sin bailar y sin cantar”… y yo añadiría
más pero al contrario, no se puede ser flamenco sin tener un código, un
conocimiento más o menos amplio de los nuestro, no se puede ser flamenco sin
defenderlo ahora que tanto lo atacan. No se puede ser flamenco sin ser
consciente (la razón incorpórea que diría Mairena y que bien desarrollar Ramón
Soler en su libro) del ser flamenco y jondo.
Para los gustos colores, pero hoy estoy de acuerdo con el Farru, y que vivan los flamencos, los que más nos dan felicidad, y los que menos, ya que todos hacen de la viña flamenca el sitio donde recoger nuestra propia vendimia de felicidad.
Enlace a la entrevista: https://www.elmundo.es/papel/2021/12/14/61b7829bfc6c8357528b4599.html
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