Agujetas y Morao, maridaje

Diego Agujetas (cante) y Pepe del Morao (bajañí)
6 de marzo de 2020
Cerveceria Plaza Nueva – Rota (Cádiz)
30 personas, 30

Lo del viernes en la cervecería Plaza Nueva de la playa de la costilla de Rota no fue un recital al uso, sino una vuelta de tuerca a la oferta que el flamenco puede acompañar y que no fue sino una cata maridaje con la interpretación de unos cantes que acompañaron y consiguieron una experiencia sinestésica completa. Ante esto y con cierta curiosidad, se juntaron 30 aficionados al cante, que no les hacen ascos a vinos de verdad algunos con más de 40 años.

La cultura de la baja Andalucía es tan rica y profunda que late bajo la tierra, pero a muchos les pasa por encima, porque esa cultura, la nuestra, hay que pararse para escucharla, hay que sentarse con respeto y que el latido de su corazón te llegue, ya sea por el color de la corona de oro del vino amontillao, el sabor de verdad y persistente de la uva palomino o por el cante jondo y sereno de Diego Agujetas que nos habla a las claras de esa tierra de la que somos, y la que inexorablemente vamos.

Esta fiesta tuvo un maestro de celebración Jose Antonio Rodríguez Muñoz “el peque”, un hombre hecho de pasión, que conoce lo que dice, y que cuando habla de ello le brillan los ojos.
Empezamos con una manzanilla de diez años, la que nos lleva el sabor hasta la nariz y nos hace tomar la determinación, quizás definitiva, de no volver a probar un vino fino o una manzanilla industrial nunca más en nuestra vida. Una copa de oro, una copa de sal, una copa de sol, que no deja el regusto que nos lleva a todo un proceso vital y vitivinícola, y que nos habla de nosotros mismos, de nuestros esfuerzos y de nuestra relación con la vida.

Y con ese sabor, Pepe coge la guitarra y Diego comienza cantando soleá por bulerías donde se acuerda de su casa y de las fraguas de cuando era pequeño.

                                Cuidado mantel de la cata en la cervecería Plaza Nueva
Pasamos al montillao, el que ya ha sido fino, el que sabe a caramelo, a madera y avellana. La velada la acompañamos con unos sabios de Rota, hablando de como entra el rock en Andalucía y como era el ambiente con el Viejo Agujetas, padre del Diego, toda la intrahistoria de Rota en el misma mesa.

Diego nos canta por Soleá acordándose del romancero de García Lorca y de su hermano Manuel. Deja que pasen tres días/que se sosiegue tu gente/te vendrás a la vera mía. Diego se recuesta y se incorpora cuando sabe que hay que ir a rebuscar, cuando hay que subir la cuesta. Alguien ha abierto el boho de la bota y el cante lo inunda todo.


Pasamos a un vino oloroso de más de 30 años, para adentrarnos en los vericuetos de la seguiriya, son cortas como las cosas buenas. Madre de mi alma madre/
la vida yo diera, Nos deja dos puñalaitas de miel de Pastora. El cante de Diego es vors en nuestra boca.

Nos dejamos caer por la pendiente del dulce, con un Pedro Ximenez desconocido, de calidad suprema y unos enormes fandangos. El maridaje nos gusta, y nos hace acordarnos de José María Castaño que lleva tanto trabajando esta maravillosa línea.

PD. Destacamos el maravilloso diseño de Patricio Hidalgo Morán en el CD, haciendo una de las portadas más elegantes de este año. Los caldos van acompañados de degustación suprema del equipazo de la cocina de la cervecería de la Plaza Nueva que agrademos desde aquí su estupendo trabajo.

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